lunes, 27 de febrero de 2012

Fábula de Patronio y el conde Lucanor.

  El conde tenía un problema y decidió contárselo a su amigo Patronio para que le diera consejo y éste le contó una fábula.
  Al conde le gustaba una mujer que siempre lo halagaba. Él creía que ella estaba tan enamorada de él, como él de ella. Pero no era así. Se dio cuenta un día de que lo único que quería era su capital. Lucanor lo sabe porque un día oyó a la mujer contándoselo a su madre, quien también estaba entusiasmada con la farsa.
  La fábula contaba que una mujer tenía un perro con el que siempre jugaba, y el animal lo quería mucho. Ella también tenía un burro que utilizaba para cargar leña, harina y más mercancía. Éste estaba celoso porque también quería jugar con su dueña y que le hiciera caso; entonces salió de su establo y quiso jugar con la mujer pero le hizo daño a ella y llegaron los criados, y defendiendo a la dueña, golpearon con palos al animal hasta que  éstos rompieron.
  Lucanor entendió perfectamente lo que su amigo le contaba y se puso en el lugar del burro. Comprendió que la mujer simplemente lo quería por lo que le convenía.

martes, 14 de febrero de 2012

Caperucita Roja (en otro orden)

  Caperucita corrió a abrazar a su abuela. Las dos, emocionadas, reían de que por fin pudieran estar juntas y de que todo hubiera acabado. Le ofrecieron al cazador algunas frutas y vino que llevaba la niña en la cesta, dándole así las gracias por haberlas ayudado y haber matado al lobo. Ese malvado lobo que mientras Caperucita caminaba hacia la casa de su abuela, a llevarle algo para comer porque estaba enferma, engañó a la pequeña haciéndole ir por un camino más largo mientras éste se adelantaba  a la dicha casa. Allí encerró a la abuela en un armario y el lobo se metió en su cama disfrazándose con sus ropajes.
  Cuando llegó, la niña se extrañó por los rasgos que tenía "su abuelita". Al fijarse en su boca, más grande de lo habitual, el animal contestó: "¡Es para comerte mejor!" Y así engulló a Caperucita y se quedó tumbado en la cama; lleno.
  Luego pasó el cazador y con su escopeta, le dio un golpe en la cabeza al lobo. Le abrió la barriga para sacar a la pequeña, y sacó a la abuela del armario en el que estaba.